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Cover art del juego para SNES. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Final_Fantasy_V |
Cuando hablamos de la compañía Square Enix, nos referimos a una compañía longeva de videojuegos con muchos títulos de gran calidad a sus espaldas. Cuesta creer que, en una ocasión, rozó la bancarrota. Fue entonces, en 1987, cuando surgió la idea de un juego de rol, y se pensó que sería el último trabajo de la compañía. Es por ello que se tituló Final Fantasy. Sin embargo, y lejos de ser el final, el juego repuntó a la compañía, permitiendo que la saga se convirtiera en un videojuego de culto, alcanzando las 15 entregas sin contar remakes y spin-offs. Todos y cada uno de estos juegos tienen un algo imprescindible que se va repitiendo juego tras juego. Un sello que se aprecia en enemigos, sistema de combate y ambientación. Y, a pesar de esto, es capaz de innovar y conservar al menos parte de la frescura del original. La quinta entrega de la saga no es una excepción.
El mundo de los cristales
Y es que nos lleva a un mundo que se asemeja a los anteriores: un gran continente lleno de pueblos y castillos, bosques y mares inexplorados, donde el equilibrio del mundo se ve mantenido por los cuatro cristales: Fuego, Agua, Aire y Tierra. Este poder no ha pasado desapercibido por los humanos, que han construido máquinas diseñadas para aumentar y aprovechar esa energía en su favor. Pero algo ocurre. El viento amaina, la tierra se marchita, el fuego pierde su calor y el mar se calma. Y es aquí cuando empieza nuestra historia, cuando un meteorito cae desde el cielo, asustando a un joven aventurero errante...
Bartz, el protagonista, es el primer personaje con el que tenemos contacto directo en el juego. Pero no es el único. Apenas un poco después de empezar se une Galuf, un hombre amnésico relacionado con la caida del meteorito, seguidos de la misma princesa del reino de Tycoon, Lenna, quien busca a su padre, desaparecido tras ir a comprobar el estado del cristal de viento, y Faris, un pirata con más de un secreto por descubrir...
Más trabajo que en España
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Hasta las princesas tienen que ganarse la vida... Fuente |
En los juegos de JRPG, hablamos de "oficios" que pueden aprender nuestros personajes, y que definen las habilidades que pueden usar. La característica de este juego, utilizada en Final Fantasy III y que reaparece de nuevo en Final Fantasy X-2, es la posibilidad de que todos los personajes puedan cambiar de trabajo en cualquier momento de la partida. Esta característica permite ajustar el equipo al desafío o jefe que se encuentra en la próxima sala, y añade un punto estratégico al juego, al tener que decidir qué trabajos vienen mejor contra qué enemigos. Además, según se van dominando, se van aprendiendo habilidades que mejoran las estadísticas o permiten usar las habilidades propias de un trabajo en otro oficio distinto. Así, el personaje sanador puede también robar, y el caballero atacar con magia ofensiva, por ejemplo. Las combinaciones son muy variadas, y dan mucho juego a la hora de preparar el equipo. Aunque, ojo, según el trabajo asignado hay armas o armaduras que no pueden equiparse. Además, los trabajos se deben ir desbloqueando a medida que se avanza en la historia... o superando retos concretos.
¡A las armas!
Parte del sistema clave en los juegos de rol son los encuentros al azar contra numerosos monstruos cuyo objetivo es matarte. El sistema de combate de Final Fantasy V retoma el BTC (Batalla a tiempo continuo) de su predecesor y que se ha convertido en una de las firmas de la saga. Con el BTC, aparecen unas barras al lado de la vida de cada personaje, que se llenan según su velocidad, y van marcando cuando es el turno de atacar de cada personaje. Los enemigos también se rigen por este sistema, lo cual puede estresar a los jugadores menos experimentados (y a los asiduos al género también), pero por suerte, una opción permite reducir la velocidad a la que van los combates, y el modo BTC Espera, con el que los enemigos no se moverán mientras escoges qué magia lanzar o qué objeto usar. Por lo demás, son combates en la línea de la saga, con numerosos bichos capaces de ponerte en un apuro a base de estados alterados de todo tipo, o habilidades letales que te afectan si tu nivel es múltiplo de 2, 3, o 5. ¡Y lo de letal va en serio! Si Muerte Nivel 5 afecta a todo tu grupo...
Por suerte, en las numerosas mazmorras encontraremos cofres con objetos útiles que no siempre pueden comprarse... aunque hay que andarse con ojo, ya que ciertos niveles terminan por confundir al jugador, haciendo que acabe buscando desesperado la salida en guías online.
Rivalidad mejorada
Con vuestro permiso, voy a añadir un pequeño spoiler: En cierto punto de la partida, el equipo se enfrenta contra Gilgamesh por primera vez.
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No será la primera vez que plantee un desafío al equipo... |
Este humano guarda un sentimiento de rivalidad con Bartz, y no dudará en plantarle cara varias veces a lo largo de la historia. Aunque su existencia me sirve más que nada como excusa para comparar la versión original para SNES y su posterior remasterización para iOS y Android
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Con la versión de iOS, los gráficos buscan aprovechar la calidad que puede ofrecer el dispositivo móvil |
En las tres versiones se busca hacer uso de los recursos disponibles de la plataforma. Eso se ve en los sprites más suaves y gráficos de mayor detalle. Y para muestra, un botón. Pero dejando de lado las mejoras gráficas, es interesante fijarse en el diseño de enemigos, pasando de ardillas de ojos saltones a dragones de aspecto peligroso, así como en los aspectos de los trabajos para que cada personaje muestre detalles característicos que le permitan ser diferenciado del resto (lo cual es útil cuando decides llevar un equipo de, por ejemplo, cuatro ninjas). En cuanto a música se refiere, cuenta con aproximadamente 60 melodías que se ajustan al ambiente y la situación, sin abandonar nunca el estilo marca de la casa. Un número que, si bien es más que suficiente para una historia que puede dar de sí hasta 30 horas, se antoja bastante limitada, especialmente en los sucesivos remasters que podrían haber aprovechado la calidad sonora que ofrecen la GBA o el móvil. Y es que reciclan la música creada para la versión de Play Station 1, lo cual nos plantea dudas de si es por falta de ganas, de espacio en los teléfonos, o de medios para recomponer las partituras.
PUNTUACIÓN
- Gráficos y sonido: Un diseño de monstruos, personajes y entornos logrados. Con la versión de iOS/Android se logra mejorar este aspecto pero se descuida la banda sonora. Aún así, cumplen su labor estética y de inmersión en el juego. Total: 19
- Jugabilidad: Las opciones para diseñar tu equipo y adaptar la forma de juego hacen más accesible el juego a jugadores novatos. Sin embargo, algunas mazmorras necesitan de guía para poder salir con vida de los puzzles y amenazas que deparan. Por suerte, los controles son intuitivos y simples, y ante un reto complicado, siempre se pueden ganar niveles en zonas anteriores. Total: 21
- Contenido: Una historia que engancha, con muchos secretos y desafíos, como el de aprender todas las magias o encontrar los trabajos secretos, así como una mazmorra extra y jefes opcionales que aumentan unas cuantas horas la vida del juego. No tiene más modo que el bestiario para comprobar a qué enemigos has derrotado, y su rejugabilidad consiste en comenzar una vez más la partida en busca de lugares y tesoros que se pasaron por alto en la primera partida. Con todo, da un nuevo aire a la saga, reintroduciendo el sistema de elección de trabajo, que en el anterior juego se sustituyó por la estrategia de personajes con oficios definidos desde el inicio, y ofreciendo un nuevo mundo (mejor dicho, mundos) por explorar. Total: 43
En definitiva, un juego indispensable para los fans de la saga, que si bien peca de tener algunas mazmorras enrevesadas y una durabilidad moderada, cuenta con una gran historia con giros argumentales de todo tipo, esperados e inesperados, y enemigos que representan todo un desafío, como son los jefes opcionales. La única pega que se le puede poner es que solo remastericen la música para juegos free to play, pero eso no quita que estemos ante un juego de calidad en un mundo equilibrado por los cristales.
No entiendo mucho de videojuegos, pero nunca te acuestas sin aprender algo nuevo
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ResponderEliminarFantástico, querido Onofre; has conseguido revivir en mi interior cierta nostalgia, producida al recordar ciertos videojuegos arcaicos y poco evolucionados respecto a los de hoy en día. Eso sí, con mucho más encanto.
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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